lunes, 16 de mayo de 2016

TRIGUEIRINHO - Devoción por la vida, pero sin apegos (Parte 1 de 2)


TRIGUEIRINHO – Devoción por la vida, pero sin apegos (Parte 1 de 2)

- TRIGUEIRINHO - Devoção pela vida, mas sem apego –



 (Mins. 00:00 a 23:20)


"La devoción es la tendencia a evolucionar, muy presente en el impulso original de los niños. Durante la vida estamos teniendo experiencias con la devoción que incluyen hasta decepción. La prueba es mantenernos fieles a lo desconocido, pero sin el apego."

Lo que llamamos de “devoción” es aquella voluntad persistente de ampliar la propia conciencia, aquel impulso para evolucionar, y esto es devoción, queriendo emerger, y está claro que emergiendo ella tiene que ser comprendida, controlada, para que no se transforme en fanatismo y otras dolencias. Mas todos los devotos están íntimamente preparados, para asumir un proceso evolutivo, que si son seres vivos y dispuestos a progresar, entonces este 6º Rayo, esta devoción, encuentra en ellos un terreno muy propicio, para producir un alineamiento con los planos superiores.

Entonces, esta energía de devoción, que todos nosotros tenemos, como grupo de 6º Rayo que formamos, esto es una gran oportunidad de hacer un verdadero alineamiento, no sólo un alineamiento con los cuerpos de la personalidad, sino también un alineamiento con el alma y un alineamiento con la mónada (espíritu). Esta energía de devoción, es una de las que más se presta, y una de las que más ayuda, en este trabajo.

Entonces, la tendencia a evolucionar, la tendencia a buscar lo mejor, es esto la devoción en el propio Ser. Es en esto a lo que nos tenemos que pegar para que evolucionemos. Este impulso existe. En la infancia, si ustedes notaron, los niños usan esto, y los niños demuestran esta tendencia a la evolución muy bien pronunciada. Mas esta devoción en los niños, esto es, esta voluntad de crecer, esta voluntad de vivir, esta voluntad de evolucionar, esta voluntad de saber, esto es distorsionado con la educación que ellos reciben, porque la educación las estandariza en cosas horizontales, la educación luego va distorsionando esta devoción original, este impulso a evolucionar, este impulso a ser lo que tienen que ser. Entonces, la educación, comenzando por la educación doméstica, después continuando en la escuela, va a ir estandarizando aquello que la devoción expresa, y va encuadrando aquello en devoción religiosa de masas, va encuadrando aquello en interés por la vida material, va despertando en el niño la carrera que él tiene que seguir en la vida… en fin, la devoción es sofocada en el individuo desde pequeño.

En cuanto la devoción impele a un niño a buscar niveles más altos, y no todos perciben esto, no todos notan que un niño está queriendo crecer, que un niño está queriendo evolucionar. Entonces, mientras él quiere esto, la educación le va conduciendo por el nivel de todos, le va conduciendo para niveles horizontales de lucha por la supervivencia. Entonces va corrompiéndose aquel ímpetu creativo, aquel ímpetu evolutivo, con la preocupación de sobrevivir, con la preocupación de ser alguna cosa… naturalmente, según la educación, a los modos del mundo, a los modos generales. Y ahí la devoción es sofocada en el individuo y cuando él llega a la adolescencia, él ya no está más consciente de la devoción que tiene. Y esto crea en el individuo varios conflictos, porque el individuo, interno, está sabiendo que su devoción, que su tendencia natural, está siendo desvirtuada. Esto es, aquel ímpetu devocional, aquel ímpetu evolutivo, es degenerado en una idea de supervivencia, en una idea de ser útil, en una idea de… participar de aquello que todos participan, y así por delante. Y claro, cuando se llega a la escuela, esto todo es confirmado, la devoción ya está embotada, a no ser que se sustituya ese ímpetu original y puro, por la devoción por alguna secta religiosa, o devoción por algún título, o por algún personaje, cosa que se hace muy naturalmente.

Cuando se tiene un ideal, lo más importante no es concretizarlo… porque yo no sé si la mayoría de nosotros concretiza sus ideales, y esto no tiene importancia, porque concretizar los ideales no es la cosa más importante, lo importante es canalizar aquella energía de devoción que alimenta al ideal. Entonces, la devoción trae esos ideales, esos ideales aparecen, y esto es lo importante, que el ideal aparezca, porque ahí las energías del Ser van siendo por la energía de la devoción canalizadas para el nivel más alto del Ser, y esto es lo importante en el ideal, no es realizarlo… realizar el ideal es cosa para poquísimos, porque no es necesario esto. Cuando usted realiza un ideal usted ya quiere otro, o cuando usted realiza un ideal usted está ya en otro punto, y aquello para usted no representa casi nada. Las personas mitifican los ideales porque no se realizan, pero si los realizasen verían que después de realizado él ya quiere otro, ¿comprende?

Entonces, los ideales, ese ideal de evolucionar, ese ideal de crecer, que el alma joven tiene, que el alma del niño tiene, esto ya vimos que es reprimido, o que está distorsionado, mas eso no importa, porque el trabajo de la energía de devoción ya fue hecho. A través de aquel ideal, las energías del niño ya subieron, la conciencia del niño ya fue tocada por esta energía de la devoción, por esta energía del progreso.

Cuando nosotros tomamos conciencia de eso, esto es, cuando no somos más niños en las manos de los adultos, y que van deformando a estos niños gradualmente… cuando nos tornamos más conscientes de nosotros mismos, entonces tenemos que asumir esta devoción. Si no nos olvidamos completamente de ella, si no la apagaron completamente de nuestra memoria esto, nosotros intentamos asumir esta devoción después que estamos en una cierta edad, con una cierta postura. ¿Cómo es que nosotros retomamos esto? ¿Cómo es que nosotros volvemos a sentir aquel ímpetu? Pero no ímpetu para hacer carrera o ímpetu para hacer vida como todo el mundo hace. ¿Cómo es que nosotros vamos a retomar este ímpetu, este ímpetu original de realmente crecer en conciencia? Y no crecer materialmente, o crecer psicológicamente… crecer en conciencia. ¿Cómo es que nosotros vamos a encontrar este ímpetu? ¿Qué es lo que tenemos que hacer para que esto vuelva a encender en nosotros y volvernos de nuevo devotos, después de haber transcurrido una adolescencia, y después de haber llegado eventualmente a la madurez?

Bien. Esto reasciende, esto retorna, esto queda vivo de nuevo y nosotros sentimos otra vez esta voluntad de evolucionar, esta voluntad de elevarse, cuando nuestra voluntad por las cosas positivas es persistente, como adultos que quieren retornan a aquella cualidad de devotos, que en ellos fue apagada, que en ellos fue desvirtuada. Entonces, como adultos, nosotros tenemos que entrenar esto en términos de voluntad, de voluntad persistente, delante de algo que aparentemente es difícil, que aparentemente es imposible.

Entonces, si existe algo que tenga que ser hecho, pero que es difícil, entonces, como adultos, nosotros podemos escoger insistir, y en ese persistir viene una fuerza para que nos conectemos con una Vida Mayor, y ahí la devoción reasciende, vuelve en el adulto, este ímpetu por evolucionar, mas ahí con la energía de un plano superior, de un plano elevado… porque no siempre evolucionar, no siempre progresar en conciencia es hacer lo que todo el mundo hace, ¿eh? Cuántas veces hacer lo que todo el mundo hace es una regresión con respecto a la devoción, con respecto a aquel íntimo ímpetu original que todos traemos cuando somos niños.

En esta tendencia, nosotros como adultos, tenemos que controlar el fanatismo. Es la primera cosa que comienza a surgir, cuando usted se reconecta con esta devoción, a través de algún camino… o la idolatría, la emotividad exacerbada, todo esto aparece en el adulto, si la devoción es invocada. Entonces, fanatismo, por aquello que él está pasando, emotividad, por aquello que está sintiendo, por esta vuelta milagrosa de esta energía elevada, energía que nos da una vida nueva, que hace que eventualmente seamos curados o parcialmente curados, de la educación que recibimos… entonces, esta emotividad tiene que ser controlada. Y otra cosa que desvirtúa esta devoción cuando renace, esta devoción cuando aparece o cuando reaparece, es el apego a algún objeto de devoción, porque si nosotros tenemos devoción es por alguna cosa, es por alguna idea, o por alguna persona, por lo que quiera que sea… y ahí al retomar esta devoción, al reasumir esta devoción, y dejar que ella ascienda, es preciso que nosotros tengamos todo el cuidado, para no quedarnos apegados al objeto de aquella devoción.

Entonces, digamos que como adultos, ustedes tengan sabido, o ustedes tengan percibido, que son devotos de alguna energía, que son devotos de los Hermanos del Cosmos, que son devotos de alguna civilización paralela, en fin… un objeto de devoción que nos podemos encontrar o reencontrar, y ahí la prueba es mantenernos fieles, mantenernos vivos en este objeto de devoción, teniendo este objeto de devoción en la conciencia, en nuestra concentración, pero sin apegos a él. Sin apegos a él y esto es una prueba, para los devotos que se reencontraron en esta energía.

En muchos casos, el progreso es muy ayudado, cuando nuestro ideal devocional se realiza. En muchos casos nosotros crecemos cuando nuestro objeto devocional se realiza. Mas en otros casos, es la desilusión con el objeto de devoción lo que nos va a hacer crecer. Entonces, durante la vida, nosotros tenemos experiencias con la devoción por alguna cosa, y en esa experiencia nuestra devoción es confirmada, y el objeto de la devoción corresponde a lo que nosotros esperábamos y crecemos, mas esto no acontece siempre así.

Hay casos en que el objeto de nuestra devoción tiene que fallar, debe fallar para que nosotros crezcamos. ¿Perciben cómo tienen que aprender a lidiar con la devoción? Porque la devoción ahora produce una cosa, y ahora produce lo contrario. Mas en ambos casos nosotros crecemos, si nos mantenemos devotos, esto es, ser devoto no depende haber sido usted desilusionado por el objeto de su devoción… ser devoto está mucho más allá de eso, su desilusión va a ser esta vez, en su trayectoria devocional, esta vez va a ser su oportunidad de crecimiento, porque cada vez que nosotros nos desilusionamos con el objeto de nuestra devoción, aquello es una oportunidad que la vida nos dio, para que tengamos como objeto de devoción nada fuera de nosotros, mas tengamos como objeto de devoción nuestra esencia interna, nuestro Yo Superior, o nuestra Mónada, nuestra Alma.

Entonces, muchas veces nosotros somos contentados en nuestras devociones, los objetos de nuestras devociones corresponden a lo que estamos esperando y esto es bueno. Mas cuando no nos corresponde o nosotros nos desilusionamos, o mejor, el Ego se desilusiona, recuerde que la devoción persiste, porque la devoción no tiene nada que ver con esto, la devoción es un Rayo, la devoción es una energía cósmica, la devoción es el ímpetu de vivir y de crecer, y esto continúa. Y en continuar esto después de la desilusión, ahí usted va a encontrar realmente su verdadero y real objeto de devoción.

Entonces, cuando acontece alguna cosa y usted se desilusiona en su devoción, no piense que la historia acaba ahí, es ahora que usted va a comenzar a ser realmente devoto, porque ahora usted se va a volver para el verdadero punto digno de su devoción, usted se va a volver para su verdadero centro, va a canalizar su devoción para allá y ahí va a quedar curado de esta ansia de crecer, de vivir, de evolucionar, va a ser un devoto puro, un devoto sano y va a ayudar a los otros a ser devotos, porque si usted es devoto en la correcta dirección, usted va a irradiar para los otros mucha claridad, mucha luz… porque para quien aún no encontró la devoción, no hace bien ver a usted devoto para algo externo, no tiene una impresión positiva, cree que usted es dependiente y claro que esto tiene su función, esto forma parte de nuestra vida, esto a veces es muy útil, es muy importante en nuestra evolución… mas para quien ve esto desde fuera y siente en usted un verdadero devoto, no por los otros o por alguna causa, mas siente en usted un verdadero devoto, esto es, un ser que se identifica con la propia voluntad de evolucionar, esto es un devoto verdadero, que está vuelto para adentro acontezca lo que acontezca él es devoto, él es devoto de esta verdad, de esta realidad, en fin… él es devoto de aquello que tiene realmente condiciones de hacerlo crecer, que es su desarrollo interno, su desarrollo interior.

Entonces, la devoción, que no todos conocemos en algún grado, ella tiene etapas para manifestarse en nosotros. Primero, esta devoción se manifiesta concentrada en alguna cosa, o en alguna persona, o en alguna cosa material, o en alguien… ésta es una etapa de los devotos, ésta es una etapa. Transcurrida esta etapa, que nosotros ya agotamos siendo devotos de alguien, o siendo devotos de alguna cosa… esta etapa bien madurada, esta etapa bien realizada… vean, es una cosa muy triste no realizar esta etapa de ser devoto de alguna cosa o de ser devoto de alguien, por esto es que las religiones abusan tanto de los santos y de las santas, porque nosotros precisamos realmente tener esta etapa, precisamos vivir esta etapa, para después pasar a una segunda, para después nuestra devoción comenzar a evolucionar.

Y entonces en este caso nuestra devoción se dirige para una idea, y esta es una devoción ya diferente, no es ya la devoción por alguna persona ni por alguna cosa, esta es una devoción un poco más madura, una devoción por alguna idea o por algún ideal, y vean aquí que ya estamos en la línea de ir encontrando el objeto interior, que no es idea ni es ideal, es una cosa muy específica y muy real, mas sin pasar usted por esta devoción por alguna idea, sin madurar usted esta devoción por algún ideal, usted no llega a esta tercera etapa, que es una crisis… una crisis porque todos esos objetos de devoción, cuando le llega a usted la hora de entrar en esta tercera etapa, ya no satisfacen más… por más que usted quiera, usted no consigue más ser devoto de alguien… por más que usted busque, usted no consigue más ser devoto de una idea, usted comienza a pensar que perdió los ideales… no, es que su devoción ha madurado, y entonces ahora usted va a encontrarse en otra etapa a través de esta crisis, y esta devoción entonces madura en esta otra etapa, no es por éste ni por aquel, ni por este o aquel ideal, ni por alguna forma, mas es una devoción por la vida en sí, por la totalidad de la vida, en la cual nada está excluido. Entonces es una devoción mucho mayor.

Si se entra en esta tercera etapa de la devoción, si nosotros realmente nos sentimos devotos de la vida, de la vida como un todo… entonces estamos preparados para irradiar esta energía para quien quiera que se aproxime a nosotros, mas ahí todos van a recibir nuestra energía devocional no cuando ella está canalizada por alguna cosa menor, mas nuestra energía devocional comienza a curar al otro, comienza a alinear al otro, comienza a dar alimento espiritual, esperanza para el otro… es cuando nuestra devoción no es más específica por cosas pequeñas, mas cuando nuestra devoción ya se volvió para la vida en sí, para la vida como un todo… y ahí la vida es que es objeto de nuestra devoción, esta es una devoción madura.



No hay comentarios:

Publicar un comentario